La llamada Huasteca es el nombre que se le da a la región de México que habitaron la cultura de los huastecos. Comprende por el norte de Veracruz, el sur de Tamaulipas, y partes de los estados de San Luis Potosí e Hidalgo.

 

 

Debido a la diversidad geográfica la Huasteca Potosina cuenta con una serie de lugares que por su belleza, motivan la visita de los amantes de la naturaleza y de las actividades al aire libre.

Esta exótica región con sus lagunas, ríos y cascadas ofrecen la oportunidad, entre otras cosas, de practicar el turismo aventura.

Irene nos propuso hacer en este viaje a San Luis Potosí  rafting  y rappel. Más de 6 años de viaje y nunca habíamos atinado a hacer actividades de deporte extremo como estas. Nos pareció la mejor ocasión para nuevas travesías. Camilo ya había hecho ambas actividades con anterioridad. Yo solo había hecho rappel a los 14 años. Hacer rafting nunca se me pasó por la cabeza y ni tenía mucha idea de lo que en realidad era y cómo se hacía. De lo que no tenía idea es que con estas actividades iba a desafiar mis propios límites y sorprenderme de hasta dónde era capaz de llegar si tenía confianza en mí misma…

 

 

Rafting en el Río Tampaón

 

El rafting es el descenso de río en balsa, en México también se conoce como “rápidos” e implica navegar en una balsa inflable (raft es la palabra en inglés) a través de ríos con agua en movimiento y obstáculos tales como piedras, caídas, olas, paredes o curvas en el trayecto del río, etc. La finalidad del rafting es navegar a través de los obstáculos sin caerse de la balsa, los pasajeros van remando en los costados de la balsa y en la parte trasera de la embarcación va el guía quien se encarga de dar las instrucciones a los remadores y de mantener la dirección de la balsa usando un remo como timón.

Dependiendo el grado de dificultad un río puede ser catalogado con fines recreativos y para turistas o solo para expertos profesionales. El equipo necesario para realizar esta actividad es un chaleco de alta flotación, un casco y un remo.

Por lo general los ríos que un turista puede navegar van de la clasificación I al IV. Esta clasificación indica su grado de dificultad o la técnica y habilidades que se requiere para navegarlo siendo la clase I el más sencillo y navegable. A partir de clase II se recomienda un guía y de clase III en adelante, es inminente la necesidad de contar con un guía profesional en la balsa.

 

 

El Río Tampaón es Clase III. Está ubicado en la Huasteca Potosina y enclavado en la Sierra Madre Oriental, dando recorrido a 5 cañones espectaculares. Está catalogado dentro de los 10 ríos más escénicos del mundo. Con semejante premisa no podía dejar pasar esta oportunidad.

 

 

A partir de esto momento quiero dejar algo bien en claro: Soy una persona miedosa. Demasiado precavida y un tanto desconfiada, de esas que quieren saber exactamente cómo funciona todo antes de hacerlo. Pero también racional y que si lo piensa mucho termina por no hacerlo. Frases como “relájate” o “todo va a estar bien” pueden llegar a tener incluso el efecto contrario si la persona que tengo de guía no me inspira confianza. Escuchando la charla de seguridad confieso que me agarro un miedo terrible ¡Demasiadas cosas para recordar si me caía al agua! Pero gracias al equipo de Ruta Huasteca me animé a enfrentar mis miedos y a disfrutar del rafting. Juro que estaba muy asustada de que la balsa se volteara, de quedar debajo de ella, de golpearme contra una piedra, en fin ¡mil miedos! Si normal hablo hasta por los codos, cuando tengo miedo ¡no puedo parar de hablar!

 

 

Agradezco haber tenido esta experiencia porque fue increíble, y sin dudas repetiría. Nos divertimos muchísimo y no nos caímos ni una sola vez de la balsa (eso es mérito más que nada de Miguel , el guía)

 

 

Rappel y Grutas de Xilo

 

Nos quedamos tan contentos y entusiasmados con la experiencia que a los pocos días repetimos con Ruta Huasteca para una nueva aventura: Rappel y Grutas de Xilo.

Debo confesar que de esta actividad estaba más consciente de qué se trataba pero en mi cabecita sólo iba a descender por una pared de piedra de a lo sumo 10 metros. Imaginen mi cara cuando nos dijeron que el descenso sería de ¡50 metros! Así que cuando llegamos a la parte del descenso (y donde ya no había manera de salir más que rappeleando) empecé a preguntar y re- preguntar todo mil veces.

Pero parece que no era la única a la que el miedo estaba impacientando porque de pronto todo el grupo preguntaba y re-preguntaba lo mismo sobre la soga y cómo agarrarla.

Primero se animó Camilo (que descendió en 5 minutos). Luego siguió Irene, que antes de salir no sé por qué se fue de lado. Ella había demostrado muchas mejores aptitudes físicas que yo cuando hicimos escalada en San Cristóbal de Las Casas y confieso que pensé que mi desempeño iba a ser pésimo en el rappel. El rafting se considera deporte de riesgo, pero es en equipo, la responsabilidad no recae sobre una sola persona. En el rappel estas por tu cuenta, dependes única y exclusivamente de ti para descender. No tengo idea cuanto demoré, solo tomé conciencia del tiempo cuando me di cuenta que me encontraba descendiendo muy rápido. Estaba alcanzando a Irene que iba en la cuerda de al lado y que había salido antes que yo.

 

 

Pero al llegar al suelo nuevamente me dí cuenta que lo había disfrutado mucho y que haberme animado a hacerlo, pese al miedo que tenía, resultó muy superador. Como dice Virginia, colega y amiga de Por las Rutas del Mundo:

 

 

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Y si pensaba que por ese día había tenido suficiente, luego del rappel nos dirigimos a las Grutas de Xilo. Pero algo que pensé que sería angustiante como salir en grupo y sin luz de las grutas resultó ser algo divertido y placentero. Aunque seguro debimos vernos bastante graciosos avanzando en cuatro patas y en fila india.

 

 

En fin, siempre creí que este tipo de actividades eran para gente que era súper aventurera y sin una gota de miedo. Y resulta que no. Había personas de todas las edades y cada una a su modo fue superando los obstáculos. No se trata de no tener miedo, se trata de no dejar que el mismo te paralice 🙂

 

 

Agradecimientos especiales

 

Para Miguel, a quien volvimos chango en el rafting , porque parecíamos niños de jardín que no paraban de hablar y de mojar al resto de las tripulaciones de las balsas. Y para Raúl Sé Feliz que me ayudó a vencer dos de mis grandes fobias: el encierro y la oscuridad.