Año nuevo Zapatista
Era 30 de diciembre, ya habíamos organizado que recibiríamos el año junto a Maru y Martín (de Kombi Rutera) Flor y Gaby (de Te quiero hasta Alaska) y con Uli y Agus (de Instinto Nómada) Estábamos decidiendo que haríamos de comer para llevar a la juntada, cuando recibimos la invitación de ir a Oventic…
Oventic es uno de los centros organizativos de las comunidades autónomas zapatistas, llamados Caracoles. Nosotrxs nos encontrábamos en el llamado: Caracol Resistencia y Rebeldía por la Humanidad. Cada 31 de diciembre los caracoles abren las puertas al público en general. Ya que en dicha fecha se conmemora el Aniversario del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y se lleva a cabo el Festival Mundial de las Resistencias y Rebeldías contra el Capitalismo.
Estos centros organizativos son los espacios donde se encuentran las tiendas, la escuela primaria y secundaria, el hospital, la Oficina de Mujeres, y donde se dictan talleres. Aunque nos costó decidir entre pasarla con nuestrxs amigxs o visitar dicho caracol, entendimos que tal vez no tendríamos otra oportunidad como ésta de compartir dentro y con comunidades zapatistas la llegada de un nuevo año. Por lo que el 31 al mediodía salimos rumbo a Oventic.
Luego de un viaje de una hora sobre un camino zigzagueante y en subida, llegamos finalmente al lugar a eso de las 2 de la tarde pero no ingresamos a la comunidad hasta las 5, puesto que no estábamos registrados y debíamos esperar al ingreso de las agrupaciones (que llegaban de todas partes del país) y el resto de personas que sí estaban registradas.
Cientxs de viajerxs de diferentes nacionalidades, la mitad de los conocidos de San Cristóbal, Padres de lxs 43 Desaparecidxs de Ayotzinapa y diferentes movimientos de izquierda, todxs reunidxs en el mismo lugar. “Un mundo donde quepan todos los mundos” supo decir el Sudcomandante Marcos, y así se vivió. Movilizadxs por distintas razones, todos los mundos coexistiendo en ese lugar.
El tiempo ya no importaba, cuánto faltaba para que el 2014 le de paso al siguiente año parecía no importarle demasiado a ninguno de lxs que allí nos encontrábamos. Estábamos en tierra zapatista donde el pueblo manda y el gobierno obedece. Nos habían dicho que en Oventic siempre llovía, y que lleváramos bastante abrigo porque nos moriríamos de frío. Ni llovía, ni frío teníamos. La suerte estaba a favor.
Caminamos, conocimos, comimos cuando nos daba hambre, bailamos. Lloramos al escuchar el testimonio de los Padres de lxs 43 Desaparecidxs Ayotzinapa. Se nos quebró la voz al proclamar: “No están solos, vivxs se lxs llevaron, vivxs lxs queremos”. Recibimos el año nuevo escuchando al Subcomandante Moisés.
No puedo explicar cómo logramos reponernos de la tristeza y el dolor, para dar lugar a la alegría y el baile. Y llegó la llovizna, pero a nadie le importaba, la alegría y la unión se sobreponían a todo. Ya no resultaba extraño bailar con alguien con pasamontañas, todos los mundos estaban conviviendo. Si nos daba hambre íbamos por un elote o unas chalupas, todo estaba barato e increíblemente delicioso.
Bailamos hasta las 6 de la mañana, creo que habremos dormido media hora como mucho, porque enseguida apareció el movimiento matutino. Decidimos levantarnos, curiosamente no teníamos sueño y no estábamos cansadxs (pese a que nuestras caras dejaban mucho que desear) La neblina copaba todo el lugar, había barro y el frío se hacía sentir, pero nada de eso importaba. Habíamos tenido el mejor año nuevo de todos, un comienzo de año que sabíamos, no se parecía a ninguno de los vividos anteriormente.
Nos fuimos del Caracol alrededor de las 12 del mediodía, justo cuando la comunidad estaba parada al costado del camino principal (puesto que estaban esperando despedir al resto de las agrupaciones) Era tanto el respeto que inspiraban allí paradxs, que no atinaba siquiera a mirarlxs a los ojos, por la misma razón no tomé demasiadas fotografías. Otra frase venía a mi: «No importa lo que está detrás de la máscara, sino lo que simboliza», el respeto y la fuerza del espíritu de lucha estaban en latentes en el aire.
Recuerdo que lo último que le dije a los compañerxs zapatistas que se encontraban en la puerta fue: Gracias, gracias por permitirnos compartir esto. Enseguida volvimos al otro mundo, al que hay que pelear por conseguir un buen precio para viajar. Desde la caja de la camioneta en la que regresamos parados hasta San Cristóbal saludamos con alegría a los compañerxs zapatistas que nos devolvían el saludos mientras se les achinaban los ojos.
Antes de visitar Oventic, estaba familiarizada con los principios del EZLN, conocía las populares frases del subcomandante Marcos y estaba consciente de la lucha de las comunidades zapatistas. Pero no tenía ni idea de cómo era en realidad por dentro. Al estar ahí, pude comprenderlxs mucho más. A su manera todo funcionaba, entendí lo que era una verdadera comunidad, ellxs no buscaban lucrar con esto (todo era más barato que en San Cristóbal de hecho) ellxs de verdad nos estaban permitiendo entrar a su comunidad, verla de cerca y que diferentes realidades convivieran. Mientras escribo estas palabras, sintiendo de verdad la energía renovada del año nuevo, sintiéndome cambiada y movilizada, lo me sigue resonando en mi cabeza una y otra vez es la frase del sudcomandante: «La lucha es como un círculo, se puede empezar en cualquier punto, pero nunca termina.»
Somos viento, nosotros. No el pecho que nos sopla. Somos palabra, nosotros. No los labios que nos hablan. Somos paso, nosotros. No el pie que nos anda. Somos latido, nosotros. No el corazón que lo pulsa. Somos puente, nosotros. No los suelos que se unen. Somos camino, nosotros. No el punto de llegada ni de partida. Somos lugar, nosotros. No quien lo ocupa. No existimos, nosotros. Sólo somos. Subcomandante Marcos, EZLN.
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polviajero
Que linda experiencia che!!! hace tiempo tuve la oportunidad de estar unas semanas en el Caracol la Realidad, y fue una de las experiencias mas lindas de mi vida viajera!!! un abrazo desde el frio de Rusia ahora!
Plan B Viajero
Gracias Pablo! Feliz Año! Sí, realmente fue algo increíble. Experiencias como estas no se dan muy seguido. Abrazos desde el frío de San Cristóbal de Las Casas (que supongo será menor que el frío ruso! jeje)
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Max
Mucha envidia sana al leer este post! Yo llegué solo hasta la entrada, intentaré entrar la próxima vez que ande por Chiapas
Saludos!
Plan B Viajero
Hola Max! Ojalá tengas suerte en el próximo intento!
Buen Viaje!
Vivir o Rutina
Fantástica entrada! Descubrimos vuestra entrada tras haber visitado el caracol de Oventic, pero si un día volvemos a Chiapas, guardaremos la fecha. Fue, sin duda, la experiencia más profunda de nuestro viaje. Gracias por describirla tan bien.
Plan B Viajero
Muchas gracias! Que bueno que les gustó el Caracol 🙂
Buenas rutas!
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