Tafí y Amaicha del Valle
El comienzo del viaje: Tafí y Amaicha del Valle. Como mencioné al principio del blog, el recorrido desde la ciudad de Buenos Aires hasta Tucumán lo hicimos en tren, ya algunos conocerán acerca de este método (de hecho es muy utilizado por lxs jóvenes) En lo personal, detesto viajar en autobús muchas horas, porque no tenes posibilidades de moverte y las películas que pasan son casualmente (o causal, no lo descubro aún) malas. El tren por otro lado, te permite ir disfrutando del paisaje, caminar de un lugar al otro, socializar más, y claramente es más económico que el autobús o avión. Si van a optar por este medio de transporte, deben saber que los pasajes (debido a su económica tarifa) se agotan rápido. Es más, mucha gente acampa (literalmente, así lo hicimos también nosotrxs) en la terminal de trenes para conseguir boletos, si no lo hacen y van el día de la venta, corren el riesgo de quedarse sin pasaje.
Por fin llego el día de la fecha del boleto de tren, 14 de diciembre nos juntamos lxs cuatro amigxs para salir de Buenos Aires, un viaje largo de casi 30 horas con un par de incidentes para por fin llegar a San Miguel de Tucumán, una ciudad como muchas otras, de la que nos dispusimos a salir lo más rápido posible. La salida de la estación de trenes de Tucumán está repleta de taxistas que te ofrecen llevarte a las localidades más populares cerca de la ciudad (Tafí del Valle o Amaicha del Valle) por un precio mucho más elevado que el del camión o autobús, por lo que decidimos ir hasta la Terminal de ómnibus. Tres horas después llegamos a Tafí del Valle, sumadas a las 30 horas de viaje de tren que tuvimos estábamos cansados, hambrientos y acalorados en la cima del valle.
Este pequeño pueblo que se encuentra en lo alto de un valle fértil, muestra un paisaje exquisito.
Aunque claro, en los últimos años se volvió muy turístico, lo que antes brindaba un paisaje símbolo de tranquilidad y espacios verdes, hoy se ve convertido en un paisaje repleto de grandes casas que van desplazando el espacio de la vegetación natural. Sin embargo si les gusta realizar largas caminatas, la vista panorámica que ofrece es realmente única e imperdible.
También para los que gocen conocer un poco más de la historia de los que habitaron el lugar hace miles de años, muy cerca pueden encontrarse con monolitos que datan del neolítico.
Desde Tafì se tiene una vista espectacular, desde el pueblo se llega a ver en el fondo del valle un lago al que te dan ganas de ir y así fue, un día bien temprano nos fuimos caminando por el cauce del río que atraviesa el pueblo, tras horas de caminata llegamos a un lago muy distinto al que se veía desde arriba, un paisaje de vacas muertas y mucha caca (perdón, pero así fue) con una costa pantanosa que nos quitó las ganas de meternos a nadar y así como llegamos nos hicimos unos sandwichitos y volvimos caminando cuesta arriba al pueblo, bajo el sol tucumano, nos pegamos una insolada bastante peligrosa (muy poco prudente los nuestro) sumado a que calculamos mal la cantidad de agua que llevamos estábamos deshidratándonos, por suerte vimos un puesto en la ruta donde el hombre que atendía (generosamente) nos dejó recargar nuestras botellas de agua y mojar nuestras cabezas, después de refrescarnos volvimos al pueblo, nos duchamos, lavamos la ropa, cocinamos unos fideos en un fogoncito que hicimos y a descansar en la carpa para el día siguiente partir con energía!
Amaicha del Valle:
Ese fue nuestro destino al salir de Tafí, un pequeñísimo pueblo que, debido a la altitud, es árido y seco. Donde pueden encontrar camping por bajísimos precios pero también con precarias instalaciones.
Ahí tienen la oportunidad de conocer las ruinas de los Quilmes, que de ruinas no tienen nada, porque fueron totalmente reconstruidas con el fin de atraer turistas más que de preservación arqueológica. Si realmente desean acercarse a la cultura e historia de los pueblos originarios, les recomiendo que no dejen de ir a visitar la cascada “El Remate”.
Nosotrxs hicimos la mayoría del camino a pie, también logramos que nos aventaran (inclusive a los perros que se nos habían unido) en la parte trasera de una Ford F100, no olviden llevar mucha agua. Tienen que dirigirse hasta el dique Los Zazos (todxs lo conocen, no hay manera de perderse) y de ahí seguir el acueducto hasta dar con la entrada de la cascada. Particularmente, la experiencia me resultó mucho más interesante porque pude conocer las ruinas de los Amaichas (se organizan visitas guiadas por la mañana a cargo de los propios descendientes de pueblos originarios) refrescarme en tan bella cascada y saber que el valor de la entrada estaba destinado a la comunidad de los Amaichas (que son los que llevan adelante la administración y el cuidado de dicho lugar) Por respeto a la Pachamama y a la cosmovisión local se ruega no tomar piedras del lugar 🙂
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flor
que hermoso!! me hace recordar al verano que anduve por allí!!
planbviajero
Buenisimo que te aya gustado! pronto estaremos subiendo mas post de el resto de la larga ruta de 7000km 🙂
Migue Spiegel
Genial! Voy a seguir leyendo los demás posteos
planbviajero
Buenisimo! muy pronto va ha haber mas posetos. Gracias por la buena onda!
Jessica
Muy buenoo!
planbviajero
Gracias Jessica!
planbviajero
Gracias Jessica!
planbviajero
Gracias Jessica!
planbviajero
Muchas gracias, que bueno saber que te gustó !!!
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