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A más de 4000 m.s.n.m se extiende la ciudad de Potosí, antiguamente considerada la más importante de entre todas las colonias de España, famosa por su “Montaña de Plata”. Y mientras que había españoles que gozaban de los lujos y llenaban la ciudad con edificios para pregonar e imponer su religión, lxs indígenas sufrían una explotación infrahumana y veían como les expropiaban todo lo que les pertenecía. Miles de indígenas fueron sometidos a la esclavitud para la extracción minera de plata. En la actualidad, las iglesias de estilo barroco y las elegantes mansiones (convertidas en museo) son el reflejo de un vivo recuerdo de la época española…

 

Potosí

Potosí

Antes de llegar a Potosí o incluso a Bolivia (y algo que reforcé luego aún más) estaba convencida de que no tenía sentido ni visitar La Casa de la Moneda ni realizar un “tour” al centro de una mina (donde por decisión propia los habitantes locales se disponen a seguir extrayendo minerales) puesto que no le encuentro atractivo el ver cómo decenas de personas ponen en riesgo su vida a diario para ganarse el pan. Y más teniendo en cuenta que la ganancia (en abundancia) de esos “tours” no va destinadas a estas personas… Así que en este post no encontrarán ni relato de las minas ni de la historia del oro.

Caminar una cuadra en dicha ciudad equivale a caminar 20 cuadras en una ciudad al nivel del mar, realmente se siente la altura, sientes la falta de aire y tu cuerpo se agota más rápido. Por cada cuadra hay una iglesia, catedral o capilla de estilo barroco, es imposible no percibir el catolicismo en la ciudad. Y aunque resulta agradable el estilo colonial y las angostas callejuelas adoquinadas que empañan la ciudad, es triste no poder encontrar rastros de la antigua cosmovisión indígena.

A 4000 metros de altura se alza la ciudad de Potosí

A 4000 metros de altura se alza la ciudad de Potosí

Después del caótico viaje que tuvimos de Villazón a Potosí, arribamos a la alta montaña a las 3 de la madrugada. Algo curioso del trayecto, es que cuando el autobús llegó por fin a la Terminal nadie atino siquiera a bajarse. Ahí comprendimos que esperaban que amanezca, por lo que nosotrxs nos dispusimos a hacer lo mismo (¡¿adónde íbamos a ir a esa hora?!) Pedimos permiso al chófer para poder recoger abrigos de nuestras mochilas (puesto que veníamos de un calor extremo y ahora estábamos muertxs de frío y en pantalones cortos)

Así pues, cuando llegó la mañana, bien temprano nos dispusimos a trasladarnos a la plaza central para realizar el habitúe procedimiento. Como recién eran las 7 de la mañana ningún hostel nos quería recibir, nos decían que debíamos volver pasadas las 10 am (hora del check-out). No nos quedó más que esperar en la plaza y rogar que el sol apareciera pronto para acalorar nuestros rostros. Como a eso de las 9 de la mañana Camilo y yo fuimos a averiguar precios en los hostales. Mientras tanto nuestros dos amigos conocieron a un joven recién llegado a la ciudad. Para cuando volvimos ya parecían íntimos! por lo que decidieron irse a fumar marihuana juntxs (que el chico traía consigo) A nosotrxs nos pareció imprudente y decidimos quedarnos cuidando las mochilas. NOTA: CLARAMENTE ESTO ACTO QUE HICIERON NUESTRXS AMIGXS, FUE TREMENDAMENTE ESTÚPIDO, IRRESPONSABLE E INCONSCIENTE.

Pasaron unas horas y el “ahora vuelvo” se quedó corto. Nos preocupamos y lo primero que pensamos fue: se los llevaron presos. Pero después (ya invadidos por la paranoia y el desconcierto) pensamos que tal vez el chico con el que se habían ido tal vez les había robado, o los habían secuestrado a los tres. Decidimos subir todas las mochilas a un taxi (no podíamos cargar las 4, más las auxiliares) y dejarlas en un Hostel para salir a buscarlos ya livianos de peso.

Primero fuimos a la comisaría, y como no sabíamos bien la causa de la ausencia de nuestros amigxs, decidimos hacer la denuncia por desaparición de persona. No nos quisieron tomar la declaración hasta que transcurrieran 24 horas, pero no podíamos esperar tanto, no sin saber su paradero y sin saber su sus vidas corrían peligro. Concluimos que lo mejor, era dar aviso a sus familiares. De cierta manera esto aceleró los procesos burocráticos, puesto que el padre de uno de nuestros amigxs se puso en contacto con la Cónsul de Argentina en Bolivia. Reina habló directamente con el Teniente General de las Fuerzas Contra el Crimen, quien nos recibió en su despacho. Rápidamente los hilos empezaron a moverse y desde la comisaría se comunicaron con otras delegaciones y hospitales públicos (en caso de que hubieran sufrido alguna herida) Trataban el caso como un hecho de trata de personas, nosotrxs no comprendíamos nada, sabíamos que si estaban detenidos en otra comisaría automáticamente, hubiera saltado al momento de nuestra denuncia. Estábamos desesperados, solo queríamos que aparecieran.

Todo el día camino de acá para allá, subiendo y bajando las mismas calles

Todo el día camino de acá para allá, subiendo y bajando las mismas calles

De la comisaría íbamos al Hostel, y de ahí a un locutorio (habíamos decidido viajar sin celular) para comunicarnos con la Cónsul y los padres de nuestros amigxs para regresar luego, nuevamente a la comisaría.

Pasamos toda la tarde yendo y viniendo de un lugar para otro. En la comisaría, en el hostal, en todos lados encontrábamos gente movilizándose para encontrar a los desaparecidos. El tiempo seguía corriendo y continuaba sin haber noticias. Nuestra esperanza de encontrarlos disminuía. Hasta que cuando ya estaban por subir sus fotos a los medios de comunicación y por mover al Ejército Boliviano para hallarlos, se comunica con nosotrxs la Cónsul Reina y nos pide que nos traslademos al Hostel (dicho sea, los administradores se portaron de maravillas con nosotrxs) Llegamos corriendo al lugar y de lejos vimos en la entrada a nuestrxs amigxs, sanos y salvos. Nos abrazamos, agradecimos que estuvieran con vida. Luego llegaron las preguntas: – dónde estuvieron? – largamos al unisono con Camilo. Nos contaron que efectivamente la policía de narcóticos los había encontrado fumando, se los llevaron detenidos y desde la camioneta nos vieron sentados en la plaza. Cuando el Teniente llamaba preguntando si había argentinos allí detenidos, la policía lo negaba. No les tomaron sus huellas, era muy simple, eran las vísperas de año nuevo y sólo querían una cosa: dinero. En vista de que nuestros amigos insistían en que no tenían dinero, obligaron al que era músico a tocar la guitarra estando esposado a la mano del otro. Con el otro chico fueron más crueles aún, puesto que él era boliviano y parte de su soberbia les hacía suponer que podían denigrarlo aún más por su origen. De más está decir la plática que tuvimos con nuestrxs amigxs!!!

Como podrán imaginar no teníamos ganas de andar sacando fotos, así que casi no tenemos imágenes de nuestro paso por Potosí

Como podrán imaginar no teníamos ganas de andar sacando fotos, así que casi no tenemos imágenes de nuestro paso por Potosí

Ese día nos fuimos a dormir agotados, no sin antes comernos todo lo que sentíamos que podía cabernos en el estómago. El primero en caer fue Camilo, comenzó con fiebre y vómitos a las 3 de la mañana. Luego le seguí yo y finalmente los otros dos. Era la crónica de una enfermedad anunciada. Después tanta presión y estrés, nos dio salmonella (enfermedad que se transmite por contacto directo o contaminación cruzada durante la manipulación, en el procesado de alimentos o en el hogar) Así es que recibimos el nuevo años comiendo arroz blanco. Y pensar que nuestra idea era pasar el fin de año en el Ojo del Inca, pero en vista de los problemas de salud que acarreábamos, no estábamos en condiciones de alejarnos de la civilización.

El muñeco en la plaza principal de Potosí

El muñeco en la plaza principal de Potosí

Así es que disfrutamos (como pudimos) de la llegada de un nuevo año en Potosí con los demás huéspedes del Hostel. No fue el acontecimiento esperado, pero por lo menos, podíamos agradecer que estábamos vivos y juntxs, y que teníamos una larga, enriquecedora y más que sabia anécdota de lo que NUNCA HABÍA QUE HACER SI TE IBAS DE VIAJE A OTRO PAÍS.

El coki rokeando, el camo medio enfermo pero poniéndole onda!!!

El coki  y el camo medios enfermos pero poniéndole onda!!!

 

 

Somos Gabriela De Marcos y Camilo Peña, una argentina y un mexicano que en el 2012 hicimos del viaje un estilo de vida. Nos gusta viajar lento, vivir en armonía con la naturaleza y compartir experiencias y relatos de viajes.

Comments:

  • evangelina

    13 junio, 2013

    nnoo!! que bajon!! todo por fumarse un churro!! jaja!! pero gracias a dios con buen final, dentro de todo!! besosss

  • Veris

    13 junio, 2013

    Que buena redacción!! No podía dejar de leer, los felicito!

  • Pedro

    13 junio, 2013

    el comisario nos tiro, antes de dejarnos en libertad «No me olvido nunca de una cara (despues de habernos sacado una foto) y si te llego a volver ver en bolivia con un gramo te vas preso». yo no me voy a olvidar de su cara de narco. de la de ninguno de esos turbios. y de la lección y moraleja de la historia tampoco, claro!

  • 13 junio, 2013

    Buenísima la nota! Qué bajón les hicieron comer a los chicos, ya escuche en otra ocasión esa historia. Un abrazo desde La Plata y sigan escribiendo!

  • victoria

    27 agosto, 2014

    malisimo lo que les paso!
    mas alla de su malestar y no poder ir al ojo del inca, habia algo para hacer en año nuevo en potosi? estoy viendo si pasarlo ahi o en la paz, pero en caso de ir a la paz ya me saltearia potosi del todo
    gracias

  • 27 noviembre, 2014
  • 29 julio, 2015

    Faahhh qué momento, horrible, pero dentro de todo me alegré cuando leí que estaban presos por eso y que no era un asunto de trata, eso es lo que me da más miedo de viajar. Digo, seguro que caer en manos de los milicos no es muuucho mejor, pero al menos si uno tiene cuidado y no lleva ni consume drogas se evita el problema, en cambio lo otro… qué onda?
    Les agradezco que cuenten además del plan B, el «lado B» del viaje, estas cosas que nadie cuenta, y me gustaría saber más sobre el tema de la trata, me da miedo ir sin un hombre y eso me da rabia. ¿Algún consejo? Gracias!

      • 30 julio, 2015

        Muchas gracias por la rápida respuesta!
        Estoy segura de que es así, la buena onda atrae cosas buenas, y que todo va a estar bien, pero está bueno ser precavido, y la verdad les repito, estoy re contenta de haber encontrado su blog porque tienen una visión de las cosas bastante similiar a la que tengo, que hasta ahora no había encontrado en ningún lado. Lo mismo con ser vegano / vegetariano en el viaje, me tranquilizó pila saber que se puede (quizá es un miedo tonto, pero veía por todos lados que la gente va al altiplano y come llama, y no sabía si es por novelería o porque es lo que come la gente de ahí… ya iba dispuesta a vivir a maíz y papa).

        Gracias chuiquilines, me sigo devorando el blog y comentándoles todo!

  • 27 marzo, 2018

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