Mulegé o el día que dormimos en hotel…
Nuestro paso por Mulegé o el día que dormimos en hotel…
Mulegé es una población del municipio del mismo nombre, localizada en el estado mexicano de Baja California Sur; en la desembocadura del Río Mulegé. El pueblo es pequeño y tranquilo, y me recuerda mucho a otros pueblitos del norte argentino como Humahuaca.
El lugar es propicio para para practicar ciclismo de montaña, buceo y kayak. También se pueden observar la Misión de Santa Rosalía de Mulegé, y diversos sitios interesantes con pinturas rupestres. Al recorrerlo y observar un poco los lugares de comidas, fácilmente comprendes que se apunta a un turismo hegemónico (bastante alejado de nuestra objetivo en búsqueda de la alternatividad).
Como cuando íbamos en dirección a Guerrero Negro pasamos muy rápido por Mulegé, a la vuelta decidimos darle una segunda oportunidad. Los precios en los hoteles nos parecían exorbitantes, sabíamos que la única opción viable era acampar así que nos dispusimos a encontrar uno.
En la búsqueda de dicho lugar nos dimos cuenta que la mayoría de lxs habitantes de Mulegé desconocían el término camping. Cuando ya nos encaminábamos a volver a la ruta (en dirección a Bahía Concepción sabíamos que podíamos acampar con total tranquilidad en la zona de las playas) nos encontramos al costado de la ruta un hotel: Casa Real. El cartel nos hacía pensar que el lugar iba a ser costoso, pero como figuraba la palabra camping, no perdíamos nada con preguntar. Ciertamente el lugar era costoso, pero a nosotrxs por ser mochilerxs nos cobraron 100 pesos mexicanos por los tres (casi 8 dólares) y nos dejaron poner la carpa y hacer uso de la alberca (pileta) del hotel. No había mucha gente hospedándose, porque todavía era temporada baja, y lxs poco que habían eran estadounidenses.
Por la mañana, mientras nos disponíamos a desayunar en la puerta de nuestra casa de campaña, se nos acerca un gringo y se opone a hablar con nosotrxs, cuando le contamos de nuestro viaje y de nuestra manera de viajar, se solidariza con nosotrxs y nos regala 500 pesos mexicanos (algo así como 40 dólares) Nos dice que por favor aceptemos su regalo, que lo hace porque puede y porque quiere. Nos cuenta, además, que cuando era joven y viajaba le hubiese gustado que alguien hubiese tenido un gesto así para con él. Más tarde, cuando el solcito pegaba bien fuerte, aprovechamos las instalaciones del lugar y disfrutamos de la pileta. Y nuevamente volvió a aparecer el mismo señor, para avisarnos que ya nos había pagado una noche en una habitación del hotel, y nos pide que descansemos bien porque un viaje como el nuestro no es fácil. No hubo manera de hacerlo cambiar de opinión, le insistimos, le dijimos que no hacía falta, que así estábamos bien, que ya el gesto de los 500 pesos mexicanos había suficiente, y que se agradecía. Él sólo dijo más o menos así: La habitación yo ya la pagué, si no quieren usarla ya eso es cosa de ustedes (todo en inglés claro) Nos pidió que continuemos con la cadena, y que no necesariamente tenía que ser con dinero, esa era la manera que él había elegido.
Gestos solidarios para contar tenemos miles, y se nos dan todo el tiempo, no le vamos pidiendo cosas como estas a la gente, la gente nos las ofrece. Y creemos en generar cadenas, así como alguien nos ayuda a nosotrxs, nosotrxs se lo retribuimos a otros. Por eso muchas veces, brindamos asesoría de diseño web en forma gratuita, ayudamos a pintar, reparar y hasta construir en la casa de la persona que nos hospeda. No se trata solo de recibir, sino de dar y HACER QUE TODO FLUYA 🙂
Pasamos dos o tres días, acampando obvio, y seguimos con rumbo hacia La Paz haciendo auto-stop y parando nuevamente en los pueblitos y playas de las que ya les hemos contado en otros post.
No puedo explicar lo enamorados que quedamos del estado de Baja California Sur, no sólo por los paisajes hermosos que tiene, o por la historia que se mantiene viva, si no por sobre todas las cosas nos enamoramos de la Baja gracias a la generosidad y buena onda de su gente, que nos ayudaron, nos abrieron las puertas de sus casas, nos invitaron a compartir y aprender de su cultura. Gracias Ramsés, Ana, Malena, Adriana, Sofía, Kiko, y otras tantxs más por ser así: Humildes y generosxs. Ustedes hicieron de la Baja uno de nuestros lugares favoritos de México.
Algunas recomendaciones:
Donde dormir: Pueden acampar donde nosotrxs lo hicimos. Hotel Casa Real. A las afueras de la ciudad, en dirección al sur de la Península.
Que Visitar:
- Sierra de Guadalupe: donde se han encontrado numerosas muestras de pintura rupestre en cuevas y recovecos. Murales de más de 7 mil años de antigüedad. Entre los sitios más atractivos para conocer el arte rupestre de Mulegé están las zonas de San Borjita, La Trinidad y San Juan de las Pilas. La mayoría de estos lugares se encuentran a 30 minutos de Mulegé.
- Bahía Concepción: Playas de agua cristalina y arena blanca, hábitat de aves marinas como el águila pescadora.
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