La Fuerza NaTuRal
Una vez escuché a Julio Cortázar en una entrevista preguntándose por qué tendemos a recordar a los seres por su muerte y no por su llegada. Yo también me pregunté lo mismo y por eso recuerdo el día de la llegada y no la ida. Hoy estaría cumpliendo 56 años Gustavo Cerati. Yo no lo conocía como persona, lo conocía como artista. Y como tal supo acompañarme y musicalizar miles de momentos de mi vida…
Cerati siempre estuvo ahí. Los primeros recuerdos que tengo son en vinilo y se los debo a mi padre (fanático de Soda Stereo) Uno de las primeras imágenes que tengo de mi niñez es la tarde en el campo y mi papá con mate en mano escuchando el álbum Doble Vida.
En 1997 y con 10 años de edad, me tocaba comenzar de nuevo en una nueva ciudad mientras veía por televisión la despedida de Soda Stereo y escuchaba por primera vez sus Gracias Totales.
Era el 2003 y con 15 años me diagnosticaban una enfermedad auto-inmune en los huesos. Me hundía en la depresión por sentirme atrapada en una vida, en una ciudad, en una escuela que no quería. Un libro me cambiaba la forma de ver y de verme. Comenzaba una larga pelea contra mi enfermedad. Aprendía acerca de eso que pensaba que era ficción: amar. Entendía que “El fin de amar es sentirse más vivo”.
Estudiaba actuación y danza contemporánea y sentía que podía hacer cosas imposibles. La canción Adiós acompañaba el fin de un romance que había empezado con el pie incorrecto (prefiero no mencionar el año)
El 2007 anunciaba “me verás volver” y con mi hermana volvíamos a ver a Cerati en vivo y esta vez dentro de Soda Stereo.
Corría el 2010. Llevaba 5 años viviendo en la Ciudad de las Diagonales. Estudiaba Historia del Arte, alquilaba un lindo departamento en un barrio tranquilo junto al que era mi pareja de esa época, trabajaba de algo que no me gustaba pero lo hacía porque eran pocas horas y me dejaba tiempo para estudiar. La guerra ganada contra la enfermedad diagnosticada como crónica parecía cosa de otra vida. Todo marchaba bien! excepto porque yo NO quería esa vida. Yo quería cambiar de aire, quería conocer otros lugares, aprender de otras culturas, en definitiva: quería viajar.
Estaba mal, llegaba a mi casa y lloraba. Y lo más triste es que no me daba cuenta de por qué lo hacía. No era feliz y me dolía aceptarlo. Ese mundo “perfecto” y construido sobre una torre de naipes un día por fin cayó. El que era mi novio de aquel entonces dijo basta. En una semana me quede sin novio, sin casa y sin saber adónde ir. Ya no tenía sentido sostener una vida que no quería y decidí tirar los pocos naipes que habían quedado de pie para revolver el mazo y dar de nuevo. Era momento de recomenzar.
Era agosto de 2011, decidí que no iba a huir de la ciudad. Quería despedirme de ella y hacerlo bien y sin apuro. Iba a terminar las cursadas y comenzaría el 2012 viviendo en Buenos Aires. Las palabras de cada canción del último álbum de Cerati comenzaron a tener sentido. Me sentía encaminada. Lo había decidido: antes de finalizar el año comenzaría el viaje hasta México.
“Puedo equivocarme, tengo todo por delante. Nunca me sentí tan bien. Viajo sin moverme de aquí” Así andaba yo de un lugar para el otro. Había encontrado la fuerza natural y me había echado a la suerte. Entre toda esa fuerza natural, conocí a Camilo. Él era tan opuesto a mí, era energía y aire fresco (o tornado) Conectamos de la manera más impensada y nos volvimos inseparables. Lo demás es historia contada…
El día que Cerati dejó este mundo físico después de largos 4 años en coma, lloré. No lo conocía, no. Pero me había acompañado durante 27 años. Su música fue la banda sonora de muchos momentos de mi vida. A través de su música aprendí algo tan hermoso como valioso: USA EL AMOR COMO UN PUENTE. Y por eso estaré siempre agradecida.
Ya no tendré que salir corriendo del trabajo para llegar a tiempo al recital, ya no esperaré ansiosa la llegada de un nuevo álbum, pero quedará la música que se reinventará una y mil veces.
Ahora me preparo para un nuevo desafío al comenzar a viajar en bici, la música de Gustavo estará acompañándome en la ruta…
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Lo ✈ QuéMemoriaLaMía (@quememorialamia)
Qué seria de nuestras vidas sin música… Y a pesar de pensar que la música es un pilar fundamental de la vida misma conozco una persona a la que no le gusta… lo que me hace valorar más cada pedacito de alma que nos regalan los artistas como Cerati. Yo también lloré cuando me enteré, estaba en Santa Cruz de la Sierra, en un Hostel rodeada de Gringos que nunca habían escuchado Soda Stereo, así que fue un momento íntimo donde canté todas las canciones que me acordaba, dónde entendí lo inocente de mi deseo de que se despierte, de lo grande que fue es y será, por lo que a mi respecta, es un ser eterno y que se reencarna ganeración tras generación en miles de artistas. Por siempre Cerati.
Plan B Viajero
Uff que momento! Tal cual! qué sería de nuestras vidas sin la música!
Abrazos!
peritz (@perasduraznos)
Yo no lloré, pero sí me sorprendí, porque como quien comentó antes, tenía mucha esperanza en que un día se despertara y volviera a hacer música. Me ha acompañado mucho, desde un lugar especial, es muy raro lo que siento respecto a su obra, me gusta muchísimo más lo que hizo como solista, y me pasa que en las letras me parece muchas veces ridículo y hasta me da vergüenza ajena, es re loco, porque sin embarg me encanta y me inspira mucho, siento que esa cosa tan sexual que tenía es graciosa y verlo así lo acerca como ser humano, con una parte cómica, que no puedo tomarme en serio y eso me encanta, porque siempre entre canciones que son cualquiera (para mí, claro) te tira un par de frases que te marcan para siempre (como las que ilustran este post!). Esa mezcla me maravilla! Y bueno, ni que hablar de la música, el tipo la tenía en la sangre.
Además, leí un montón de entrevistas y vi videos, y el tipo, auqnue muchas veces han querido dejarlo como tal, no era ningún boludo. .
Admiro mucho su convicción de hacer música, y desde ese lugar siento que me ayuda mucho a cantar, a crear, a hacer música. como un guía. Incluso ese no-miedo al ridículo del tipo me ha hecho entender y aprender que uno tiene que manifestar su arte más allá de todo, cosa que no es fácil para todos. Un crá. Qué bueno que te esté acompañando en el viaje!
RAUL
TE SIGO Y LEO QUE ESCRIBES MUY BIEN….PARECE QUE ESTUVIERA CON USTEDES….LINDO…..FELICIDADES DE ESTE MOCHILERO TRUNCADO….
Plan B Viajero
Hola Raul! Nos alegra que viajes a través de los relatos. Muchas gracias 🙂
Yeni
Que bonito!! Y si, que bendición es que la música nos acompañe en cada momento de nuestra vida. Forma parte de nuestra historia. Me encanta tu blog, lo que están haciendo junto con Camilo, y la responsabilidad que tienen de hacer la diferencia en este mundo. Y es que cuando una persona es feliz porque está haciendo lo que ama, se vuelve mas sensible, mas amorosa y las ganas de ayudar a otros solo es el deseo de que todos los seres sean felices tal como uno lo es, no es cierto? Así que bendición es para le mundo que todas las personas se dedicaran a hacer lo que realmente les gusta. 🙂 😉
Suerte Gaby y Camilo en todo lo que emprendan porque todo es bueno.
Plan B Viajero
Hola Yeni! Gracias gracias por tan bellas palabras! En serio que le ponemos mucho amor a este blog y encontrarse con este tipo de mensaje alimentan las ganas de seguir haciéndolo 🙂 A seguir contagiando el amor y las ganas para animarse a hacer lo que uno ama 🙂
Abrazo!
Sebastián
Qué hermoso leer esto desde España 🙂
Todavía no logro hacerle entender a mi novia granadina el valor de cerati y soda para muchos de nosotros, argentinos y latinoamericanos. Saludos!
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