La Ciudad de Guatemala (cuyo nombre oficial es en realidad Nueva Guatemala de la Asunción) es la capital de la República de igual nombre. Está ubicada en el valle de la Ermita a unos 1500 msnm. Dentro de los límites de la moderna capital está la antigua ciudad maya de Kaminaljuyú que data de unos 2.000 años antes del presente y que mantenía relaciones comerciales con Teotihuacán (cercana a la Ciudad de México).

 

 

 

La actual ciudad se organiza en zonas y cuenta con un eficiente transporte de metrobús llamado Transmetro que une la metrópoli de una punta a la otra. El centro histórico se encuentra en la zona 1  y alejado de la zona comercial.

 

 

Llegamos a la ciudad y lo primero que hicimos fue buscar un teléfono para contactarnos con José, persona que había aceptado nuestra solitud de hospedaje a través de la página de couchsurfing. Nos dió las instrucciones para llegar hasta su casa y haciendo uso del Transmetro nos fuimos hasta la zona 12. José y su familia nos recibieron increíblemente bien, se portaron de maravillas, a él le pareció raro que buscáramos couch en Ciudad de Guatemala, puesto que generalmente lxs extranjerxs se trasladan a Antigua Guatemala (lugar turístico por excelencia) pero nosotrxs queríamos ver la realidad de la ciudad, y no sólo el maquillaje con el que se empolvaba todo lo demás.

 

Quedarnos con esta bella familia nos ayudo a conocer más y mejor a lxs chapines, entre otras cosas, conocimos la comida, la jerga y la bebida popular (más conocida como la “Indita”) Al día siguiente José se ofreció a llevarnos a conocer la zona 1, donde probamos un delicioso y cremoso helado en una heladería llamada Pops (realmente eran muy baratos) Por la tarde nos fuimos a tomar unas chelas en la famosa Antigua.

Antigua, fue la tercera sede de la capital del Virreinato español que comprendía a los actuales Estados de Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Pero a causa de dos graves terremotos y de la falta de alcantarillado (problema que subsiste hasta la actualidad y genera inundaciones muy frecuentes) se tuvo que mudar la ciudad a lo que es hoy, su vigente capital. Sus calles de adoquines y su estilo colonial (con detalles barrocos) nos recordaron mucho a la parte turística de Cusco. Y al igual que en dicha ciudad peruana, el turismo de Antigua está destinado al publico anglosajón (lo cual me apena bastante)

Básicamente los lugares que te invitan a visitas son Catedrales, Iglesias, Conventos y más Iglesias y más Catedrales, como estudiante de Historia del Arte que fuí, tuve que estudiar 11 siglos de cristianismo, y lo encuentro bastante redundante y repetitivo, por lo que no me apetecía pasearme por estos lugares construidos a manos de indígenas esclavizadxs y evangelizadxs a la fuerza. Esas iglesias no me representan más que la imposición de una religión, como si fuera la única y verdadera.

 

Como al día siguiente salíamos con rumbo al Lago Atitlán, y teniendo en cuenta que los canasteros (autobuses) salían desde donde nos encontrábamos, preferimos hospedarnos por ahí. Tuvimos la suerte de que José nos acompañara y así obtener una mejor oferta, nos quedamos en el hostal más económico que encontramos (Hostal Antigua ubicado quinta avenida sur # 22) pagando 5 dólares cada unx en dormitorio (es decir, cama en habitación compartida con otras 8 personas).

 

De camino a un bar, nos toco sentir dos fuertes terremotos (con muy pocos minutos de diferencia) Camilo pasó su infancia en el DF, lo que le dio cierto entrenamiento, por mi parte viví siempre en la llanura pampeana, y debo decir que no me acostumbro al hecho de que en cualquier momento el suelo empiece a temblar. Después de unos ricos nachos, nos despedimos de José, Mafer y Juan (periodista salvadoreño) y nos fuimos a dormir, ya que al día siguiente emprenderíamos el caótico y temerario viaje en lo que lxs gringxs llaman “chicken bus”.