San Salvador
El Salvador en un país muy desigual, la clase media es inexistente. Su economía está basada prácticamente en la exportación de café y gran parte de los ingresos del país son a causa del dinero que reciben los familiares por parte de lxs salvadoreñxs que emigran al país gringo, por lo que es muy común ver largas filas en los Western Union.
El centro de la ciudad es muy pobre, mientras que la casa de gobierno y los hoteles se encuentran al norte (en la parte más adinerada) Nosotrxs nos quedamos en el centro de la ciudad (donde claramente era más económico)
La historia de El Salvador es compleja y definitivamente el país quedó dividido por la cicatriz de la guerra civil (1960 a 1982) Es muy curioso lo que sucede porque, la gente es muy amable en sí pero el país acarrea un bagaje de violencia muy grave (producto de la desigualdad social) Para hablar de la actualidad de este país hay que hacer un poco de memoria primero. Todo comienza en 1932 con un golpe militar que dura trece años. Con este golpe comienza una de las dictaduras más violentas que América Latina haya conocido.
Tras años de protestas y masacres a campesinos, la gente comienza a organizarse. En 1960 las manifestaciones estudiantiles son acribilladas y las capturas y encarcelamientos aumentan aún más. La Universidad Nacional es allanada y su rector Napoleón Rodríguez Ruiz encarcelado. Los empleadxs públicos, son condideradxs sospechosxs de confabular en contra del régimen y son destituidxs. El triunfo de la revolución cubana despierta energía y la actividad se intensifica. En cambio, para los grupos de poder, un país socialista con tantas similitudes y tan cerca les genera pánico. Para evitar que el país se contagiara de un espíritu comunista, se pone en marcha la política de contrainsurgencia, no nada más en El Salvador sino en toda América Latina, al mando, apoyada y solventada por el gobierno de los Estados Unidos.
En marzo de 1963 los seis Jefes de Estado y el presidente norteamericano John F. Kennedy se llaman en Costa Rica con el fin de coordinar en la región «aparatos de seguridad» para «combatir» el comunismo en Centro América. Este programa contra la subversión fue financiada por el Departamento de Estado de los EEUU de la CIA y de la Agencia Interamericana para el Desarrollo. El país metiche del norte ofreció a los Jefes de Estado construir instituciones de seguridad brindando su «apoyo» en la instrucción profesional. Los miembros fueron formados en escuelas militares norteamericanas o en Panamá, integrándolos más tarde a las estructuras de los aparatos de control. Se crearon instituciones de «seguridad militar» y de servicios secretos como la Organización Democrática Nacionalista (ORDEN) organización paramilitar y la Agencia Nacional de Seguridad Salvadoreña (ANSESAL) servicio secreto que mantenía estrecha comunicación con el resto de las paramilitares de Centroamérica; ambas dirigidas por el general Alberto Medrano. De las anteriores se originaron la conocidas como «escuadrones de la muerte». Entre lxs participantes de dicho genocidio figura el tristemente célebre argentino: Rafael Videla. Se calcula que de esta forma fueron asesinados la mayoría de civiles víctimas de la época del conflicto, que significó unos 75.000 muertos en total. Entre los que figura el arzobispo Oscar Romero asesinado en medio de la celebración de una misa ante la presencia de cientos de feligreses el 21 de marzo de 1980. Las personas que asistieron a las ceremonias fúnebres fueron también reprimidas, dejando un saldo de 50 muertos y 600 heridos.
Entre los que ORDEN empieza su labor anticomunista. En principio afilió campesinos, a quienes se les recompensaba con ofertas de trabajo y seguridad personal, pero en la medida en que van adquiriendo conciencia revolucionaria se dividen y algunos se van convirtiendo en los miembros del ejército y los aparatos de seguridad «encargados de las acciones de limpieza»
Paralelamente al crecimiento y consolidación de las organizaciones sociales se fortalecen las organizaciones político- militar. Estos movimientos armados, cada uno con tendencias diferentes, tenían como meta toma el poder, en combinación con las luchas gremiales y la lucha revolucionaria. Así da comienzo el reclutamiento de sus cuadros guerrilleros.
Tuvieron que pasar doce años de violencia para que el conflicto armado pudiera concluir el 1 de enero de 1992 al firmarse los Acuerdos de Paz entre el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y el gobierno salvadoreño. Luego de esto el FMLN se convierte en un partido político, y los militares que llevaban adelante los escuadrones de la muerte quedan «desempleadxs», dando lugar a grupos de pandillas extorsivas como la Mara Salva Trucha. De toda extensa y compleja historia, lo que más se reproduce en el inconsciente colectivo es la fama de la Mara. Y por efecto dominó llega a la Argentina la idea de lo «peligroso» que es El Salvador, sobre todo con la visión amarillista con la que se tiende a empañar todo en mi querido (pero no por eso menos criticable) país. Además lo que no se dice es que los índices de criminalidad se han reducido considerablemente en los últimos y sobre todo bajo el mando del último gobierno (del FMLN) Lo único negativo de nuestro paso por El Salvador, fue el trato que recibimos de las agentes de migración, sobre todo para con Camilo (por ser mexicano) sólo hicieron bajar del autobús a argentinxs, mexicanxs y panameñxs; algo que yo sentí extremadamente indignante. Pero por suerte el mal momento pasó rápido y como no teníamos nada que esconder estábamos completamente relajadxs.
El Salvador es un país extremadamente interesante, es pequeño sí, pero en su territorio cuenta con montañas, selva y playas, por lo que las carreteras son muy ondulantes. La comida salvadoreña nos llamó mucho la atención, resultándome hasta exótica. Principalmente está basada en el maíz, y difiere bastante de la tortilla mexicana (puesto que a diferencia de la última, la salvadoreña es muy gruesa y no se pueden realizar tacos con ella) Otra cosa interesante son las «Pupusas» (pronunciación españolizada de popotlax, una conjugación de las palabras en el idioma náhuatl, popotl que significa grande, relleno y de tlaxkalli o tortilla) es el plato nacional (muy similares a las arepas colombianas) Mayormente están rellenas de frijoles y quesillo, pueden ser de harina de maíz o de arroz. Pese a que se considera un plato salado, a mí me sabía bastante dulce.
Otro plato típico son las sopas, las hay de iguana (llamada así a realizada con la hembra e incluye además los huevos) y la del macho (conocida como garrobo) Del sabor no les puedo hablar puesto que cual Mafalda, no me gusta la sopa (y me generó mucha impresión la idea de comerme una iguana, con sus crías) Pero teniendo en cuenta el clima de El Salvador (la temperatura anual promedio es de 25 ºC) la sopa funciona como el café en el Caribe colombiano, es decir, para bajar el calor. De hecho a causa de que el clima resulta agobiante durante el día, sobre todo por la humedad, el horario laboral es de 6 am a 15 pm.
A hora y media de San Salvador, en el kilómetro 87 de la carretera del Litoral, se encuentra una pequeña playa llamada Mizata (perteneciente al departamento de La Libertad) Es una playa larga con una costa abrupta y con mucha vegetación. Es un lugar tranquilo, casi siempre con poca gente (por suerte) es una playa en la que además practica mucho surf por parte de lxs locales. También puedes comer unos deliciosos mariscos por muy poco dinero.
Y a menos de una hora se encuentra el El lago de Ilopango. De origen volcánico, mide 8 x 11 km, se ubica a 440 msnm, con una superficie de 72 km² y una profundidad de 230 metros es un lago de origen volcánico, y también es otro lugar donde se come muy rico y por muy poco dinero ¡y ni hablar de la hermosura del paisaje! En la antigua América, principalmente entre las civilizaciones de América Central, los lagos eran reputados como oráculos de suma autoridad y en torno a ellos, se erigían templos y se organizaban poderosos sacerdocios para rendir culto a sus deidades y asegurar la supervivencia de sus ritos y tradiciones.
Nos quedaron muchas por conocer de El Salvador (por ejemplo no pudimos ver la ruinas precolombinas) pero creo que está bueno sorprenderse con algo nuevo en cada vuelta a un país. Además la gente siempre fue muy amable con nosotrxs. Así es como después de unos días en El Salvador seguimos camino a Guatemala 🙂
Nota: Las fotos que aparecen en este post son gentileza de nuestra amiga viajera Issis, puesto que nostrxs nos habíamos quedado sin cámara 🙁
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